viernes, 25 de junio de 2010

Estar lejos es estar cerca

Cuando una Copa Mundial de Fútbol encuentra a un argentino lejos de su país, lo más probable es que busque la manera de reunirse con otros compatriotas: eso ocurrió en Cannes, esta semana, durante el partido Argentina 2 - Grecia 0.


Unos 200 publicitarios argentinos se reunieron en una de las playas más exclusivas de la Costa Azul para alentar a la selección por televisión.

El Festival Internacional de Publicidad de Cannes se realiza todos los años en la tercera semana de junio. Es decir que, cada cuatro años, sus conferencias y entregas de premios coinciden y se ven salpicadas por partidos de primera ronda o de octavos de final de la Copa Mundial de Fútbol, que siempre se hace desde mediados de junio hasta mediados de julio.

Los que tuvimos el privilegio de asistir al Festival durante el Mundial de Alemania 2006 nos encontramos en el pub más irlandés de todo Cannes, el Morrison, y mezclados con innumerable cantidad de mexicanos fuimos testigos de la eliminación de ese país a manos del zurdazo inatajable de Maxi Rodríguez.

Esta vez la coincidencia fue con el último partido de primera rueda de la Argentina, y el encuentro de publicitarios argentinos no pudo ser más íntimo y emotivo. Ocurrió en la playa del hotel Carlton, el más tradicional de Cannes, donde la empresa Filmsuez -representante del Festival para la Argentina, Uruguay y Chile- había hecho instalar una carpa especial y mandado a preparar un menú absolutamente acorde con el momento. Así, entre sánguches de miga, hamburguesas completas, papas fritas, gaseosas y cervezas, alrededor de 200 argentinos entre los que se contaba la créme de la créme de la creatividad publicitaria local festejaron y se abrazaron con los goles de los dos Martines, Demichelis y Palermo, y ovacionaron a Diego como en la popular más popular de cualquier estadio argentino.

viernes, 11 de junio de 2010

Música para ánimos alicaídos...

... y con ganas de divertirse. Always look on the bright slide of life (Mirá siempre el lado brillante de la vida) es la canción más conocida de los Monty Python y, al mismo tiempo, una inyección de optimismo para muchísima gente. En la nota, el testimonio de un blogger fanático que suele usarla como antídoto contra los bajones.


El crucificado que lleva la voz cantante es Eric Idle, uno de los fundadores del mítico grupo cómico inglés.

Santiago Bilinkis es argentino, es economista, se presenta como emprendedor serial, es fanático de la tecnología y fue uno de los organizadores del reciente TEDxBuenos Aires. En su muy interesante blog Riesgo y Recompensa, Bilinkis posteó hace exactamente un año −también era invierno, período difícil para muchos− una notita que tituló El lado brillante de la vida: música para ánimos alicaídos.

Allí, además de mostrar esta versión subtitulada de la canción más conocida y más optimista del grupo que integraban Graham Chapman, Eric Idle, Terry Jones, Terry Gilliam, John Cleese y Michael Palin, Bilinkis explicaba: "Acá les comparto qué canción escucho yo cuando necesito dejar de hacerme mala sangre. Es la canción de cierre de una de mis películas favoritas (...). Y está buenísima por su letra, especialmente en el contexto en que la peli la usa".

La canción corresponde a la escena final de La vida de Brian, la historia −en tono muy cómico− de un contemporáneo de Jesucristo al que le suceden muchas de las cosas bíblicas. Tras el film, el tema se hizo muy popular y se adoptó para muchísimos eventos. "Cuando murió Graham Chapman −cuenta Bilinkis−, el gran actor que protagonizó a Brian en la película, sus compañeros de Monty Python dijeron un discurso de humor negro que culminó ¡con todos cantando esta canción en el funeral!".

Ideas en Positivo comparte la pregunta final del tecnócrata argentino: "Y ustedes, ¿con qué música se levantan el ánimo cuando andan caídos?".

viernes, 4 de junio de 2010

Soñá que podés y podrás

Lo que parece un resumen perfecto del espíritu de este blog y de esta agencia, casi un eslogan, fue en realidad idea de Diego Armando Maradona: en Pretoria, cuando los jugadores de la selección llegaron a sus habitaciones, se encontraron con ese enorme cartelón que se ve abajo.


En la cabecera de las camas de cada habitación de la concentración sudafricana Diego estampó imágenes y palabras que pretenden darles a sus jugadores algo así como ganas de llevarse el mundo por delante: "Soñá que podés y podrás".

Por momentos recuerda peligrosamente a aquel “saber que se puede, querer que se pueda” de Diego Torres. (Peligrosamente porque la intención de la frase de la que hablamos hoy no es hacer bailar a quinceañeras de la mano, sino meter once leones en una cancha de fútbol).

También se parece demasiado a una frase de Paulo Coelho, aunque no: si la hubieran traducido del portugués estaría escrita de tú, y no de vos.
El técnico de la selección, en cambio, prefirió hablarle a cada uno de sus jugadores en el idioma cercano con el que se maneja todos los días, casi como diciéndole: “Macho, salí y comete todo lo que se te ponga enfrente”.

¿Puede imaginarse un modo mejor de que veintidós de los jugadores argentinos sientan que la sangre les hierve del mismo modo que al Apache Tévez? Carlitos ya tuvo pruebas sobradas −en Fuerte Apache, en Boca, en Corinthians, en West Ham, en Manchester United, en Manchester City− de que impossible is nothing, como dice Adidas.

Ojalá los otros veintidós, a partir de la frase con que Diego coronó sus fantasías nocturnas desde la pared, arranquen el partido del próximo sábado levemente “tevizados”: contagiados de ideas positivas.

PD: Para los que quieran ver la mini-nota que en América TV hicieron sobre el tema, aquí va el video.