martes, 28 de septiembre de 2010

El fotógrafo que crea fotos para los que no pueden ver

El reportero gráfico español Juan Torre inaugurará en breve, en Santander, la muestra Imágenes para tocar, de fotos impresas con una técnica que él mismo concibió para que los ciegos puedan "verlas" con el sentido del tacto.


En esta nota del portal español www.lainformacion.com, Torre recorre su muestra -que durante el verano europeo estuvo expuesta en Madrid- y explica sus sensaciones en torno a su creación.

Las investigaciones de Juan Torre comenzaron hace unos años. Su objetivo: encontrar una nueva técnica para que las personas ciegas pudieran disfrutar de las fotografías. Una vez hallada, él mismo la bautizó “efecto Torre”, o fotografía táctil para ciegos.

Torre comenzó con las “fotos para tocar” en los años 90, cuando tuvo que abandonar su profesión de fotoperiodista por una enfermedad llamada síndrome de Bechet. Había perdido el 90 por ciento de visión a causa de las hemorragias en los vasos sanguíneos de sus ojos.

La técnica concebida por Torre consiste en un fondo negro sobre imágenes en blanco, en el que múltiples pliegues de capas milimétricas dan el suficiente relieve para que, al tacto, los ciegos recreen la instantánea y logren una memoria táctil. De ese modo, la textura de un micrófono, las cuerdas de una guitarra o las teclas de un piano se pueden tocar en esta superposición de capas fotográficas.

En Santander, desde el 10 de octubre, la muestra Imágenes para tocar estará expuesta en la delegación de la ONCE (Organización Nacional de los Ciegos de España).

jueves, 23 de septiembre de 2010

Se festejó la primavera... y también la bibliodiversidad

El martes 21, las calles de algunas ciudades de América Latina se vieron inundadas de estudiantes festejando la llegada de la primavera, pero también de libros esperando la llegada de un nuevo lector: una iniciativa de la Alianza Internacional de Editores Independientes.


En Buenos Aires, el punto de encuentro fue la Plaza San Martín, donde según este registro de Télam se realizó el Picnic de la Lectura.

Picnic de libros en la Plaza San Martín de Buenos Aires.

¿Te pasó que, mientras caminabas el martes por algún rincón de Barranco (en Lima) o de Retiro (en Buenos Aires), de pronto te sorprendió encontrar apoyado en un banco de plaza un libro de poemas de Neruda, sin dueño aparente? Nada es casualidad: ese día, varios de los 35 países que integran la Alianza Internacional de Editores Independientes pusieron en práctica una propuesta inédita, bautizada “Traé tu libro para soltar y encontrarte con un libro que te está esperando”.


En Lima, quien explicó la iniciativa al diario El Comercio fue Leonardo Dolores, director ejecutivo de Borrador Editores.


El spot que en la Argentina promovió la "suelta de libros" antes del martes 21. Los responsables de Edinar (Editores Independientes de la Argentina) sueñan que la fecha sea adoptada el año próximo por la Unesco.


En Perú también se emitió un comercial proponiendo el intercambio callejero, libre y casual: una mirada más que positiva sobre un objeto que es mucho más que papel y cartón.

LINKS
• Facebook: http://www.facebook.com/bibliodiversidad
• Sitio web: http://eldiab.org
• Twitter: http://twitter.com/DiadelaB
• YouTube: http://www.youtube.com/diadelab

martes, 14 de septiembre de 2010

De Funes Mori a Cartier-Bresson: el momento decisivo

Ayer, los diarios argentinos publicaron una instantánea de Fotobaires tomada en el triunfo de River frente a Arsenal que remitió inmediatamente al principal postulado del que, para muchos, fue el fotógrafo más importante del siglo XX.


Los brazos desplegados, que no pertenecen a Gabriel Funes Mori —el goleador de River—, parecen exactamente lo que sugiere el epígrafe de esta foto en la tapa del diario La Nación: "Funes Mori parece desplegar sus alas". Un concepto que se completa con el título: "River vuelve a volar".

¿Qué es el momento decisivo en fotografía? Quizás el mejor modo de entenderlo sea verlo: ver la imagen más famosa de Henri Cartier-Bresson, titulada Detrás de la estación de San Lazare y tomada en 1932.


Henri Cartier Bresson (1908-2004, izquierda) poseía una capacidad única para capturar el momento efímero en que la importancia del tema se da a conocer en la forma, el contenido y la expresión. La mejor prueba, su foto más famosa: un segundo antes o un segundo después, esa foto no hubiera sido la misma. Como ocurre con la de Funes Mori.


OTROS MOMENTOS DECISIVOS CAPTADOS POR CARTIER-BRESSON


"Paraguas", 1926.


"Liverpool", 1962.


UNO DE SUS MEJORES ALUMNOS


Matt Stuart en pleno trabajo por las calles de Londres, fotografiado por Maciej Dakowicz.

Casi todos los blogs y artículos que hablan de fotografía callejera y refieren a la pasión de algunos fotógrafos por el momento decisivo que pregonaba Cartier-Bresson muestran o comentan las fotos del inglés Matt Stuart, que lleva once años con su Leica MP colgando del cuello y que, en su página web, comenta cosas como:
• "En promedio tomo dos rollos de fotos por día".
• "Las únicas fotos de mi sitio que han sido manipuladas digitalmente son las que figuran en la sección 'Encargos': mis trabajos publicitarios".
• "Mis influencias fotográficas son Garry Winogrand, Joel Meyerowitz, Robert Frank, Henri Cartier-Bresson, Leonard Freed y Tony Ray-Jones.
• "Muy rara vez tengo problemas por tomar fotografías de extraños. he aprendido a ser veloz y discreto fotografiando en las calles. Si me detienen o me preguntan qué estoy haciendo, intento ser amable y seguir mi camino lo más rápido posible".
• "Si estás interesado en la fotografía callejera, comprate un par de zapatos bien cómodos, llevá tu cámara colgando del cuello todo el tiempo, mantené tus codos junto al cuerpo, sé paciente y optimista y no te olvides de sonreír siempre".


"Liverpool Street", 2008.


"Moorgate Underground", 2009.


"Oxford Street", 2009.

martes, 7 de septiembre de 2010

Los hombres del lado positivo

Mariano Cohn y Gastón Duprat, los directores de la premiadísima película El hombre de al lado —estrenada la semana pasada en la Argentina—, perfectamente pueden recibir ese calificativo por su evidente costumbre de dar vuelta absolutamente todo.


Cohn y Duprat crearon programas de televisión emblemáticos como “Televisión Abierta” y “Cuentos de terror” (con Alberto Laiseca). También fundaron y dirigieron el canal Ciudad Abierta. En el terreno del largometraje dirigieron “Enciclopedia”, “Yo presidente” y “El artista”, y hoy están en plena preproducción de “Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo”, que protagonizará el español Eusebio Poncela.

Como explica su presentación oficial, El hombre de al lado "narra un conflicto entre vecinos que parece no tener fin. Una simple pared medianera puede dividir dos mundos, dos maneras de vestir, de comer, de vivir. De un lado Leonardo (Rafael Spregelburd), fino y prestigioso diseñador que vive en una casa realizada por Le Corbusier. Del otro lado Víctor (Daniel Aráoz), vendedor de autos usados, vulgar, rústico y avasallador. Víctor decide hacer una ventana para tener más luz, y ahí empieza el problema: cada uno toma conciencia de la existencia del otro. La mirada del extraño corroe y pone en entredicho una vida aparentemente normal, y abre la puerta a los miedos, a las miserias y a las actitudes más viles".

Esa síntesis alcanza y sobra para contar la peli en una mesa de amigos. Porque, como sostenía Kartun acerca del teatro y su necesidad de optar por lo micro —en contraposición a lo macro que el cine suele y puede encarar, en proyectos del estilo Avatar—, El hombre de al lado centra toda su historia en una pequeñez digna del mejor circo de pulgas (citado por el mismo Kartun, era Jan Kott quien afirmaba: "Basta reducir cien veces el tamaño de un hombre para que una tragedia cortesana se convierta en un circo de pulgas. Basta aumentarlo cien veces para que un beso se convierta en una monstruosidad"). Pero ¡qué circo!

¿Los créditos finales de una película suelen hacerse en letras blancas sobre fondo negro? Pues hasta eso está "positivado" en esta obra: letras negras sobre fondo blanco.

¿Las películas suelen gastar casi tanto presupuesto en iluminación como en vestuario? El hombre de al lado no, porque está íntegramente iluminada —excepto las escenas nocturnas— por la luz natural que inunda el escenario en el que fue rodada, la casa que le Corbusier construyó en La Plata en 1948.

¿Los diálogos en el cine suelen mostrarse como una sucesión de planos y contraplanos a veces casi frenéticos? Aquí los directores optan, para ser coherentes con la propuesta del título —que presenta al hombre de al lado como visto por uno de los personajes—, por largas cámaras fijas, que enfocan casi siempre a uno solo de los personajes que dialogan.

¿La "sensación de invasión" que debía transmitirse al público exigía que todas las escenas en que los vecinos dialogaban a través de la medianera se vieran siempre desde un solo punto de vista, el del vecino "invadido"? Así es, y esa regla se cumple a rajatabla: la única toma hecha desde dentro de la casa del vecino "invasor" es la última de la película, cuando la ventana finalmente se cierra y todo queda a oscuras.

Lo mejor de todo es que, como buena comedia negra que es, El hombre de al lado garantiza carcajadas al por mayor. Algo así como una nueva versión de aquel gran choque entre dos civilizaciones, la vanguardista y la clásica, con una luz muy parecida y con una misma apuesta por el humor, que ostentaba aquella obra maestra de Jacques Tati, Mi tío, de 1958.

Ficha Técnica
Título en español: El hombre de al lado
Título en inglés: The man next door
Compañía productora: Aleph Media
Productor general: Fernando Sokolowicz
Directores: Mariano Cohn y Gastón Duprat
Protagonistas: Rafael Spregelburd y Daniel Aráoz
Guionista: Andrés Duprat
Músico: Sergio Pángaro
Productora ejecutiva: María Belén de la Torre
Asistente de dirección: Diego Bliffeld
Montajista y camarógrafo: Jerónimo Carranza
Duración: 103 minutos
País: Argentina