martes, 19 de octubre de 2010

Concurso Positivar #3: los ganadores

El jurado Pablo Colazo, director de la revista Genios, finalmente seleccionó las tres mejores fotos de niños que, de las 56 recibidas, mejor transmitían el espíritu positivo que el concurso Positivar intenta propagar. El gran ganador, que se llevará el parlante Memorex para iPods y iPhones que entrega ICAP Argentina, fue Gustavo Salgado, con su foto Postal del alma. En segundo y tercer lugar quedaron Fernando Montes y Micaela Thomas. En la nota, todas las fotos, las explicaciones del jurado y el link para ver las demás fotos participantes.

PRIMER PREMIO

Título: Postal del alma
Autor: Gustavo Salgado, docente y fotógrafo residente en Buenos Aires, nacido el 15 de diciembre de 1967.

Explicación del jurado: Pablo Colazo explicó así su elección de la foto ganadora: "Realmente cuando la vi me impactó no solamente por la calidad de la toma fotográfica sino, también, por el sentimiento de ternura y amor que transmiten los dos chicos. Es una fotografía que transmite esos sentimientos. Bien puede tratarse de dos hermanitos o de dos amiguitos, pero deja la sensación de que van a ser inseparables para toda la vida".

SEGUNDO PREMIO

Título: ¡No necesito una Play!
Autor: Fernando Montes, ingeniero argentino residente en Buenos Aires, nacido el 26 de febrero de 1982.

Explicación del jurado: "Un caso similar al anterior. Gran acierto creativo en el titular. Fantástico. Después la imagen de los dos jóvenes lo dice todo".

TERCER PREMIO

Título: El bicicletero
Autora: Micaela Thomas, fotógrafa residente en Bella Vista (provincia de Buenos Aires), nacida el 17 de diciembre de 1983.

Explicación del jurado: "Se merece estar en el podio. Vaya uno a saber el desperfecto que tiene la bici, pero el hombre parece estar lo suficientemente concentrado como para solucionarlo a la brevedad".


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ANTES QUE NADA: ¡FELICITACIONES A LOS TRES FOTÓGRAFOS PREMIADOS!

SEGUNDO: EN LA SECCIÓN CONCURSO POSITIVAR: GANADORES Y PARTICIPANTES PODÉS VER LAS OTRAS 53 FOTOS QUE PARTICIPARON EN ESTE CONCURSO NÚMERO 3.


miércoles, 13 de octubre de 2010

En todas partes la gente es la misma

Desde el citadísimo Think small de Bill Bernbach en 1959, la publicidad institucional de Volkswagen conserva el mismo patrón en todo el mundo: la simplicidad de la mirada positiva. DDB Nueva Zelanda vuelve a demostrarlo una vez más.


De DDB Nueva Zelanda para Volkswagen, con dirección general creativa de Toby Talbot y dirección de Sam Peacock para la productora Robber's Dog.

La semana pasada la sección Campañas destacó una idea notable y sencilla a la vez —megaproducción de por medio, eso sí— de la agencia DDB Auckland, de Nueva Zelanda. Hoy, una nueva y fresquísima idea de la misma agencia llega a la home page de Ideas en Positivo: la demostración en imágenes de que, como explica el spot al final, "somos todos iguales, pero diferentes".

Lo interesante de la propuesta, por otra parte, es su simplísima complejidad, la enorme variedad de interpretaciones que permite, según el perfil del público. Dos ejemplos podrían ser:

UN ESTUDIANTE DE CINE
interpretará el excelente comercial casi como un ejercicio de continuidad cinematográfica. Definida por Wikipedia, "la continuidad cinematográfica o raccord hace referencia a la relación que existe entre los diferentes planos de una filmación a fin de que no rompan en el receptor o espectador la ilusión de secuencia. Cada plano ha de tener relación con el anterior y servir de base para el siguiente".


El despertar matutino de algunos de los protagonistas del despertar está planteado en distintas tomas de distintos personajes que, todas juntas, generan una sensación de movimiento continuo, de secuencia. Así es todo el spot.

Y UN FANÁTICO DEL ROCK NACIONAL
recordará inmediatamente la letra de la excelente canción La gente es la misma, que Charly García y Pedro Aznar incluyeron en su disco Tango en 1986:





Escrita y compuesta por Aznar, la canción proponía: "De tanto andar de un lado a otro descubrí que en todas partes la gente es la misma: la misma soledad, la misma decepción. Todos esperan algo que los va a salvar: un banco suizo, la fama, un profeta o la revolución o una explosión nuclear, la razón o el amor de su vida. La misma gratitud, la misma comprensión, la misma soledad, el mismo corazón".

martes, 5 de octubre de 2010

¡La Grecia Antigua también tenía arte en colores!

El arqueólogo alemán Vinzenz Brinkmann lleva más de 25 años dedicado a estudiar cómo habrán sido originalmente las esculturas griegas que nos hemos habituado a ver sólo del color del mármol. He aquí sus increíbles resultados.

Uno de los costados del sarcófago de Alejandro, del año 320 antes de Cristo: arriba, el que probablemente fue su aspecto original; abajo, como se lo conoce desde hace años.

La exposición, bautizada El color de los dioses por su autor, el arqueólogo alemán Vinzenz Brinkmann, lleva meses recorriendo varios museos de Europa y sorprendiendo a expertos y a legos. Es que hasta ahora nadie había logrado demostrar que las antiguas esculturas griegas hubieran tenido alguna vez un aspecto diferente al (descolorido y triste) que les conocíamos. Hasta que Brinkmann empezó a pensar que quizás los artistas habían usado colores de base orgánica de las que hoy ya no quedan rastros, después de siglos y siglos de deterioro y, sobre todo, tras las exhaustivas limpiezas de que las obras fueron objeto para su correcta exhibición.

Según explica el experto alemán en el material que acompaña la muestra, el logro no sólo recupera el aspecto de las obras, sino también su significado profundo: "El color debió constituir una parte fundamental de la concepción escultórica, de sus contenidos y de sus propósitos narrativos, expresivos, simbólicos y estéticos", reflexiona Brinkmann.

El descubrimiento deja pensando: ¡qué poco sabe el hombre de su propia historia! ¿Cuánto más avanzados de lo que pensamos habrán sido muchos pueblos de la antigüedad?


Un guerrero griego del año 490 antes de Cristo.


Un león de la ciudad griega de Loutraki, esculpido —y pintado— originalmente en el año 550 antes de Cristo.