El auto pensado para los niños

Un comercial checo filmado en las calles de Buenos Aires lo deja a uno preguntándose: ¿cuánto tardarán todas las demás marcas de autos en hacer lo mismo? ¿Hacer qué? ¡Intentar que los niños puedan disfrutar más sencillamente de cualquier paseo!


El Skoda Roomster parece un automóvil familiar más... hasta que se leen los párrafos de abajo y se presta atención a un detalle muy significativo.

Hace unos días fui al estadio de Racing -el famoso Cilindro de Avellaneda- con mi hijo mayor, de 11 años. La cancha no estaba llena del todo, pero casi. A la salida, la multitud era tal que la angosta calle Colón no sólo quedaba completamente ocupada de vereda a vereda, sino que el tránsito por ella resultaba insoportablemente lento y apretujado. Tanto que, de pronto, mi hijo me preguntó si no podíamos acercarnos a una de las paredes de los costados y dejar pasar a la gente hasta que apareciera algo de aire entre persona y persona. "Es que vos sos alto y podés mirar por arriba, pero vení, agachate un poco y mirá lo que veo yo". El consejo no pudo haber sido más contundente: inclinado, comprobé que el pobre Javi no tenía casi posibilidad de respirar, con su cara a mitad de la espalda del hombre de adelante y su nuca casi empujada por el pecho de quien venía detrás. Para colmo, la imposibilidad total de asomarse, aunque más no fuera fugazmente, por sobre los hombros de alrededor le impedía saber cuánto faltaba para que la caminata fuera más fluida o para que los caminantes se dividieran en dos grandes grupos, cosa que ocurría efectivamente a apenas unos metros, en la esquina con la calle Italia.

¿Alguna vez se preguntó que verán por las ventanillas del auto sus hijos, sentados en el asiento de atrás, con los enormes respaldos de los asientos delanteros frente a sus ojos y teniendo a su lado dos ventanillas demasiado altas para poder ver, por ejemplo, ese curioso grupo de ovejas negras que pastan plácidamente en el campo de la derecha?

Pues bien: una marca de autos checa sí se lo preguntó. Y no sólo eso: ante la decepcionante respuesta de que los niños ven poco y nada, actuó. Y diseñó el auto que se ve arriba: el Skoda Roomster.

Luego, ante la necesidad de comunicar el lanzamiento del auto, una agencia también checa (Leagas Delaney Praga) actuó a su vez, y creó el convincente comercial que puede verse aquí abajo:


"Children's view" (así se llama el spot), dirigido por Jan Wents para la productora Tempomedia, contó con los servicios de la productora argentina So Chic para su rodaje, concretado en las muy reconocibles calles de Buenos Aires.